La Primera estrella y el Cuatrienio de Oro
En 1939 comenzó la Segunda Guerra Mundial y para 1940 los nazis avanzaban por Europa.
Uruguay, bajo la presidencia de Alfredo Baldomir y en su condición de país neutral, fue testigo de la Batalla del Río de la Plata y el hundimiento del acorazado alemán Graf Spee.
La opinión pública uruguaya y el mundo entero, asistían azorados a la caída de Polonia, Francia, Países Bajos y otras naciones bajo el aparente invencible poder militar alemán.
En el “moderno y recientemente inaugurado” Palacio Legislativo, se vivió el histórico debate entre batllistas y herreristas y la votación de una declaración contraria a la instalación de bases estadounidenses aéreas o navales en Uruguay para evitar cualquier tipo de “disminución de la soberanía”; como estipuló la declaración votada.
El mundo había cambiado. Los Juegos Olímpicos de Helsinki fueron suspendidos por la guerra.
En Uruguay, entre el 20 y el 28 de enero de 1940, Montevideo fue la sede del sudamericano de básquetbol en “la cancha de la Olímpica”; del Estadio Centenario, donde hoy está la platea y a la altura de la Torre de los homenajes.
Uruguay fue Campeón ganando todos los partidos que jugó: 25-23 sobre Argentina, 38-15 ante Brasil, 43-26 a Chile, 25-24 contra Perú y un claro 61-13 ante el debutante Paraguay.
Aguada, al tiempo que llegaba al récord de 10 años consecutivos como campeón de voleibol, en básquetbol, atravesaba una de las peores crisis de toda su historia.
En 1939, se fueron 30 jugadores de primera división y reservas y el club quedó devastado. Fue un período de pases, catastrófico para Aguada en tiempos de amateurismo y de un profesionalismo encubierto que comenzaba a extenderse lentamente: “Le doy un trabajo y Usted juega en mi cuadro”.
Lejos de bajar los brazos, Aguada, durante la presidencia de Daniel Fernández Crespo, apostó a sus “novicios” junto a los que se quedaron.
Al mismo tiempo, Goes, el tradicional adversario de todas las horas tras su fundación en 1934, vivía uno de sus momentos de mayor gloria al ganar el Campeonato del 39 y perfilarse hacia el 40, prácticamente, y en buena ley, como el favorito absoluto.
Las competencias se iniciaron y, para sorpresa de la mayoría, el 5 de enero de 1940 Aguada y sus “caras nuevas” ganó su primer campeonato en primera división al obtener el título “Pacto de Río de Janeiro”; venciendo en la final a Defensor por 39 a 36.
La sorpresa fue mayúscula, Aguada, sin figuras, se hizo fuerte con un equipo repleto de debutantes; y un estilo de juego que significó un cambio revolucionario para la época: correr y no caminar la cancha, pase rápido al compañero, la mueven los 5 y una marca incansable que se transformaría en los cimientos de la mejor tradición aguatera para todos los tiempos.
“Los del Palacio”; como se denominaba en ocasiones a los aguateros por su humilde cancha de tosca y tablones como tribunas, de la calle Lenguas y su sede en la calle Sierra, serían la sensación dentro y fuera de la cancha.
La historia del barrio que se transformó en hinchada, también comenzó a escribirse, el equipo rojiverde llevaba gente a todos lados sin importar el barrio.
Con la llegada del torneo Invierno comienzan a brillar algunos nombres que se transformarán en leyenda: Victorio Cieslinkas y el “Bebe” Ruiz.
Aguada ya no era sorpresa y gana el Torneo Invierno derrotando a Atenas en su propio gimnasio con entradas agotadas y “más gente afuera que adentro”.
El Federal comenzó con los ecos del Torneo Invierno obtenido. El debut fue ante el Campeón vigente Goes y en su propia cancha de la calle Guaviyú. Aguada ganó 44 a 41y el festejo se mantuvo por varios días.
El 15 de enero de 1941 en la cancha de Sporting y ante Bohemios, Aguada obtuvo su primer título Federal, la primera estrella, equivalente a una Liga Uruguaya del siglo XXI.
También se obtienen títulos en las divisiones “tercera” y “cuarta”; hoy formativas. La Copa Lord Willingdon y el Campeonato Nacional, derrotando a Salto en la final.
Aguada es ahora quien debe defender el título y el factor sorpresa ya no jugaba.
La Segunda estrella
Al tiempo que La Alemania nazi y su pacto de no agresión con la Unión Soviética se desintegra y los nazis van por el territorio soviético, las tropas alemanas también avanzan por Europa, África y el sur europeo, gracias a las alianzas con la Italia de Mussolini y la España de Franco.
Winston Churchill obtiene el apoyo político y lidera la resistencia británica.
Japón ataca Pearl Harbor y Estados Unidos entra en la guerra.
El mundo es una locura.
La emblemática película “Citizen Kane” de Orson Wells, se estrena en los Estados Unidos y aparece en la cadena de televisión WNBT, el primer aviso comercial de la historia, un aviso de relojes marca Bulova.
La radio y el cine reinaban en Uruguay.
En 1941, Uruguay se conmovía por la llegada de Walt Disney, el creador del ratón Mickey.
El gobierno de Franklin Delano Roosevelt, apostaba a su mayor embajador cultural de la época en plena segunda guerra mundial.
Disney llegó para el estreno de “Fantasía” y fue recibido por el Presidente colorado Alfredo Baldomir que mostraba su claro apoyo por los aliados en el transcurso de la guerra.
El 13 de diciembre de 1941 jugando de visitante en la cancha de Welcome, Aguada obtiene una de las mayores victorias clásicas de toda su historia al derrotar a Goes 36 a 33 y transformarse en Campeón Federal en forma anticipada.
Cieslinkas fue el goleador con 17 puntos y el Bebe Ruíz lo secundó con 12. También estuvieron en cancha Medrano, Peluffo, Rodríguez y Marchetti. Fue el último año en Aguada de Rubén Bulla como jugador. Años más tarde volvería a hacer historia como mítico entrenador.
La figura de Cieslinkas se consolida y se transforma en factor desequilibrante instalándose desde como una figura que se proyectaba para quedar en la historia de la Institución y del básquetbol uruguayo a nivel de Selección con sus legendarias actuaciones sudamericanas y olímpicas.